lunes, 10 de abril de 2017

¿Cuánto representa la energía eólica en España?

¿Cuánto representa la energía eólica en España?


En los últimos 10 años, el sector de la energía eólica, exportó tecnología por un valor total de 22.921 millones de euros, que equivaldría a un 1,07% de las exportaciones totales de España. 


En el año 2016 las exportaciones de la energía eólica han sido de 2.574 millones de euros, un 12% inferiores a las de 2015, que fue un año récord, según datos provisionales del Ministerio de Ecología.
Aún de esa manera, representan el 1% de las exportaciones españolas, un nivel muy similar al de sectores tan emblemáticos para el país como el vino o el calzado.
El año anterior España continuó siendo el tercer país del mundo en el ranking de países exportadores netos de tecnología eólica (si sólo se tienen en cuenta las exportaciones, sin restarles las importaciones, España estaría en cuarto lugar, detrás de Alemania. A diferencia de España, tiene que importar determinados componentes eólicos, mientras el país hispano cuenta con toda la cadena de valor).
Se ha desarrollado un sector eólico competitivo en todas las fases de la cadena de valor: promotores/productores, constructores de aerogeneradores y componentes, y proveedores de servicios relacionados con esta industria, como el resultado de la instalación de potencia eólica en España, de los altos niveles de calidad que se exigen a los proveedores de equipos y componentes, de la competencia interna que se creó y del desarrollo de industrias relacionadas y complementarias,
El éxito de la industria española no enmascara sin embargo sus problemas en el mercado doméstico. En los últimos años, los fabricantes de aerogeneradores se han visto obligados a exportar el 100% de lo manufacturado en España ante la parálisis que vive el país como consecuencia de la Reforma Energética (en 2014 se instalaron 27 MW eólicos, en 2015, ninguno y en 2016, 38 MW).
La consolidación del sector a nivel global y la intensa competencia en precios hace que las presiones para la deslocalización de las fábricas en España –en favor de países con menores costes laborales– sea cada vez mayor, con un riesgo real de ocurrir si el mercado nacional no se reactiva de manera cierta e inmediata.
Por ese motivo eso es necesario recuperar la confianza de los inversores modificando determinados aspectos de la regulación, como la posibilidad de cambiar las condiciones económicas de los parques eólicos –y, con ellas, la sostenibilidad razonable– cada seis años, así como con un diseño de subastas que garantice el desarrollo del sector no sólo a corto plazo, sino también a largo, de modo que España se sume a la Transición Energética mundial.
Fuente: segundoenfoque

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